Desde los tiempos de los meditadores hinduístas está claro
que la mente del hombre es mucho más que su superficie consciente . Los textos
sagrados hinduístas hacen un viaje introspectivo a la psique humana , a veces a
sus aspectos más fantásticos y religiosos , pero también a las divisiones en
cuanto a su estructura . El hinduismo crea una rica mitología , pero también
organiza –a menudo con excesiva minuciosidad para nuestra simplista perspectiva
occidental- las distintas instancias , las diferentes habitaciones que componen
esa entelequia abstracta que es la mente , pero sin la cual no es posible
entender cuestiones importantes para el conocimiento humano .
Aunque los griegos acuñaron el término , viven con cierta
confusión , sin llegar a aclarar , a pesar de su innegable agudeza , tanto
otros asuntos como los referidos a la psique .
Es el inquieto racionalista descartes el que a pesar de
cometer algunos errores en su aproximación gruesa distingue entre res cogita y
res extensa , creando la primera delimitación fundamentada entre mente y
materia , sentado las bases de una desdeñada concepción dualista , pero que tan
buenos resultados ha dado para la compresión del mundo . El genial psicólogo
descartes adelanta ulteriores separaciones dentro de la res cogita al demarcar
así mismo entre función racional y emociones . Al final , el conocimiento sobre
la materia lleva al hombre a la paradoja , o al menos a cuestionarse la entidad
de lo metafísico . La materia es un misterio , una muñeca rusa con incalculables
cajas . De manera radicalmente racional , y desde una perspectiva materialista
nueva cabe suponer que todo es materia . La res cogitans , la mente , no es más
que una forma diferente de materia –o energía- y la separación dualista
mente-materia no queda superada , pero sí al menos suavizada .
Freud , desde un trabajo psicológico puro y no filosófico
, culmina la estructuración abstracta de la mente en consciente e inconsciente
. En realidad es jung quien simplifica la previa división de freud entre Yo , Ello
y Superyo ; concluyendo que la distinción fundamental es entre consciencia e
inconsciente . La consciencia es pequeña , apenas la luz del momento , como
diría william james el encadenado de los acontecimientos , mientras que el
inconsciente es grande y misterioso . El inconsciente se compone de las
emociones , de las ideas , de las intuiciones , el inconsciente es memoria del
pasado y anticipación del futuro , pero también es conexión colectiva profunda
.
El inconsciente es grande , primitivo , potente , es a la
vez infantil y sabio . El inconsciente atesora nuestros recuerdos , filtra la
información de entrada y ofrece una selección de acontecimientos internos y
externos a la consciencia . El inconsciente es mentalmente el animal que nos
constituye y la consciencia es como un grano que le sale y le fuerza a
contrariar sus pautas y a centrarse en determinados aspectos de los
acontecimientos . Del equilibrio entre consciencia e inconsciente depende en
gran medida nuestro bienestar psicológico .
Podemos concluir que el inconsciente sabe mucho y sin
embargo nosotros , la consciencia , sabemos poco , pues esta es la condición en
la que se ha dado la evolución . No es
posible romper los instintos sin crear una nueva superestructura –consciencia-,
lo mismo que no es posible abarcar de un modo penetrante muchos asuntos a la
vez . Con la consciencia nos apartamos de nuestra condición animal y a la vez
perdemos la sabiduría que ella implica . ¿Cómo podemos pues acceder a algo más
de todo ese conocimiento que el inconsciente alberga ? El propio inconsciente
se encarga y nuestra consciencia busca esos contenidos que se expresan por
medio de ideas , de intuiciones , de emociones . Aún es poco lo que nos llega y
el poder de la consciencia en el inconsciente se queda pequeño . El
inconsciente no se deja manejar, la barrera que separa nuestro mundo del suyo
es demasiado grande , ¡ y más vale así para que no nos asalte la locura ! ,
pero necesitamos saber más , tener algo más de lo que el inconsciente tiene .
El psicoanálisis nos recomienda la interpretación de los sueños . Es este un
buen camino , a través del fenómeno onírico podemos descifrar el lenguaje
arcaico del inconsciente , descubrir lo que nuestra mente piensa . Podemos
clasificar los distintos tipos de sueños y utilizar las diferentes técnicas de
interpretación . Cuando avanzamos en este trabajo descubrimos no sólo la
complejidad y la cantidad de conocimientos implicados sino el carácter
paradójico , a veces bromista del inconsciente ; el inconsciente nos dice cosas
, pero no resuelve nuestros problemas , a veces inclusive nos da más acertijos
sobre los que meditar . No quiere esto decir que el psicoanálisis no sea útil ,
pero a menudo no nos sirve de la manera que nosotros quisiéramos y hasta esta
perspectiva del inconsciente nos empieza a cansar porque descubrimos lo
pequeños que somos dentro de nosotros mismos , como el inconsciente que debería
estar de nuestro lado sigue sus propias extrañas razones . Y lo último que nos
conviene es enfadarnos con nuestro inconsciente , como el dios que aunque ajeno
y caprichoso nos inspira y alimenta .
Algunos para llegar al inconsciente postulan la
interpretación por el método asociativo de cualquier contenido que por ser
expresión propia o salirse de la norma sea susceptible de ser analizado
simbólicamente . Hay técnicas proyectivas , en las que se puede mirar manchas y
decir lo que se ve , o por el contrario hacer dibujos y después interpretar que
conflicto subyacente se ha estado reflejando . Cualquier creación no demasiado
dirigida es susceptible de interpretación psicoanalítica .
El último modo de llegar al inconsciente es por medio de
las mancias . A través de un hecho aleatorio , como por ejemplo una barajada de
cartas , el inconsciente con su enorme capacidad de cálculo puede expresarse .
Los métodos adivinatorios pueden implicar un sistema de conocimiento previo que
sirva de referencia , como por ejemplo los arcanos del tarot , y después un
método aleatorio que permita entrar en juego al inconsciente –como la barajada
de cartas- . Estas técnicas o métodos indagatorios respecto al inconsciente
pueden verse completados o constituirse a partir de facultades o técnicas
mentales como la intuición , las visiones o las alucinaciones . El problema de
las alucinaciones o las visiones como método exploratorio es que además de
suponer un riesgo e implicar un estado de trance o técnica mental para
activarlas requieren conocimiento sobre el lenguaje simbólico del inconsciente
. Las limitaciones de un método como el tarot consisten no sólo en la
interpretación sino en que esta se hace sobre un lenguaje previamente
establecido . Unos y otros métodos adivinatorios pueden prestarnos un gran
servicio , aunque con ninguno de ellos nos libramos del problema de base de
necesitarse un inconsciente dispuesto a colaborar .
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